Los jardines son los huertos de la belleza, cultivos cuya finalidad es deleitarnos, proporcionarnos un lugar de calma, contemplación, juego, seducción, intimidad o descanso. Son todo lo que queramos que sean y admiten todo aquello que deseemos incorporar, si bien como en cualquier manifestación humana en la que técnica y estilo deben de ir unidas tienen normas, reglas, costumbres y limitaciones. Acatar los estilos es decisión del dueño o diseñador del jardín, pero las técnicas son inexcusables, incluso si nuestro jardín es un empedrado con algún esporádico toque vegetal. Sobre técnicas, estilos y gustos hablaremos.
Aunque podría definirme como jardinero, no es esa mi realidad absoluta, no llegué a esta afición u oficio por casualidad, ni la desarrollé de forma ortodoxa, ni me gusta cierto tipo de jardinería que sin embargo crea puestos de trabajo y ofrece en ocasiones ejemplos de indudable belleza. Mi pasión es el paisaje, y la conjunción de la técnica con la humildad, sabiéndonos huéspedes de un territorio que si bien ahora modificamos a placer no deja de ser uno de los responsables de nuestro carácter, cultura y folclore. En estos tiempos de ecologismo y desarrollo sostenible, de calentamiento global y amenazas miles en las que la naturaleza parece ser un enemigo a batir y controlar creo que es importante conocer ciertos procesos, y contemplarlos para así al acceder, cultivar o disfrutar de un jardín ser capaces de entender cual es nuestro lugar, sin duda prominente, pero cargado de responsabilidades.
Por supuesto esta es una página personal.
