Los debates sobre el cambio climático y desarrollo sostenible hacen que muchas zonas verdes anteriormente tratadas como pradera, céspedes o macizos de flor y perennes estén siendo sustituidos por elementos decorativos, materiales inorgánicos y se empiecen a ver estilos muy alejados de la estética habitual en las ciudades de España, que recordemos lleva años alertada por los altos índices de desertificación y estamos en un invierno de muy bajas precipitaciones, escasa nieve y temperaturas anómalas. Así , estos días en la ciudad de Oviedo(Asturias) estamos viendo como jardines céntricos están adoptando un nuevo estilo, denominado oriental, en el que son los materiales como piedra, pizarra, acero y madera los que cobran protagonismo estético frente a lo que los puristas y clásicos consideran debe de ser un parterre, o un macizo floral.(sigue)Como en toda elección estética o decorativa se corre el riesgo de equivocarse, de romper tradiciones, de dejarse llevar por éxitos anteriores o de que el público y ene este caso contribuyente, no quede muy satisfecho y proteste. Así estos días salen crítica de colectivos ecologistas por la utilización de elementos inorgánicos y de adorno en detrimento de la flora :
Es innegable que el mantenimiento de determinadas plantas es elevado,(agua, abonos, fitosanitarios, mano de obra, maceteros) su presencia a veces pasa desapercibida y los nuevos criterios estéticos tampoco pueden desdeñarse solo porque sí, sin embargo no es menos cierto que especies adaptadas, un planteamiento botánico adecuado y métodos de fertirrigación, hidroponia y el uso de substratos adecuados pueden permitirnos ahorrar agua, fertilizantes y fitosanitarios, e incluso mejorar estéticamente el efecto de una cubierta de piedra, o corteza de pino, si bien no es menos cierto que disponer de varios estilos de jardines en una ciudad es lo mínimo, para poder comparar, opinar, crear corrientes a favor y en contra y sobre todo analizar la relación entre el ciudadano y sus jardines, no olvidándonos que cada ciudad tiene una especial idiosincrasia. Paisaje y paisanaje en ocasiones se funden de manera que los cambios no son bien percibidos, ni tan siquiera tomados en cuenta. Como quiera que este tipo de estética ha llegado veremos la aceptación que provoca, o el rechazo.
