La poda, sus técnicas

Así como en el post anterior hemos hablado de las características y principales beneficios de la poda en el cuidado de arbustos y plantas, en esta ocasión hablaremos de las técnicas más efectivas para llevar a la práctica este tipo de técnica, la cual (como hemos recalcado también en la anterior nota) debe llevarse a cabo muy cuidadosamente ya que mal realizada puede afectar a la salud de la planta en cuestión.Como primera medida debemos tener en cuenta la calidad de las herramientas que utilizaremos para realizar la poda: las mismas deben estar en buen estado, y bien afiladas. Además, debe tenerse en cuenta la higiene de las cuchillas, que deben desinfectarse con alcohol de quemar cada vez que hayamos podado una planta enferma. Esto es muy importante ya que si no realizamos este procedimiento es muy probable que pasemos la enfermedad a otras plantas.

Los cortes que realicemos en las plantas deben ser muy limpios, y al utilizar para el proceso elementos como una sierra, se debe luego emprolijar el corte mediante el uso de una cuchilla. Además, las heridas producidas en el arbusto que tengan más de un centímetro deben ser curadas con pasta de poder o corteza artificial. De esta manera defenderemos la herida de los elementos de la intemperie que puedan afectarla, como por ejemplo agua o hielo.

Además, al terminar la poda hay que deshacerse de los restos, ya sean maderas, hojas y ramas, o partes enfermas: lo mejor que podemos hacer con ellas es, en el caso de la madera, utilizarla para la chimenea; en cuanto a las hojas y ramas, pueden ser de gran utilidad para realizar compost, y para terminar, lo más adecuado para las partes enfermas que hemos quitado de las plantas es quemarlas.

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