Aromas florales, química básica.

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Como decíamos ayer los aromas de las flores son elementos de atracción para los insectos polinizadores, la mayoría están compuestos de aldehídos y cetonas, encontramos presencias de polifenoles, alcoholes, ésteres y terpenos,   y su carácter es mayoritariamente ácido , esto es ph <5.  Para los insectos no es tan complejo, las especies se adaptan a la flora existente, reconocen sus aromas, sus colores y «trabajan» para ellas, si bien ese mutualismo hace que la desaparición de una especie ponga en peligro la continuidad del hábitat. Así el uso de pesticidas y las lluvias ácidas pueden afectar a la población de abejas y avispas desequilibrando la polinización y poniendo en jaque a toda un región. Dado que los componentes de los aromas suelen ser tóxicos ( la acetona por ejemplo) para que no dañen a la planta se almacenan en forma de aceites que se volatilizan fácilmente, así que al coincidir la época de floración con temperaturas elevadas estos productos emergen a la atmósfera en forma gaseosa, localizables por los insectos pero inocuos para los tejidos vegetales.

Foto: Flickr CCxavi300

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