¿Hemos tenido invierno?

Ante la definición cronológica de estación , establecida por los solsticios y equinoccios, los biólogos, botánicos ycrocus meteorólogos prefieren observar cambios en la fenología de especies vegetales y el comportamiento animal. Los seres vivos tenemos receptores para la luz y la temperatura que conforman nuestro metabolismo, el de los humanos ya alterado por neones y calefacciones, de manera que las migraciones de aves, la brotación y la floración son excelentes puntos de observación para definir en que rango de temperaturas nos movemos. Este año el fenómeno de «La Niña» ha trastocado las corrientes de aire, modificado el curso del anticiclón de las Azores y dejado desastrosas lluvias en Sudamérica, de manera que para los que vivimos en España ha sido un invierno templado, sin apenas precipitaciones de nieve y escasas horas de frío,( ver post) oficialmente faltan unos 20 días para la entrada de la primavera pero en los campos ya han brotado asteraceas, margaritas, los manzanos han dado flor,las copas de la mayoría de los árboles están ya verdes y las praderas necesitan una siega decente. Ha ocurrido que desde hace unos años el invierno desde el punto de vista de la fenología vegetal ya solo consta de dos meses, que pueden ser crudos o livianos, de manera que los fenómenos clásicos de la primavera se producen antes, pero a su vez el riesgo de padecer heladas tardías es mayor, de manera que la planta sufre un estrés por alargar su ciclo vital y corre más peligros. Esto nos indica que algunas labores propias de primavera podemos adelantarlas, las podas de invierno este año han tenido poco tiempo para realizarse, pero no debemos precipitarnos, cualquier cultivo o ejemplar que sea susceptible de sufrir ante heladas tardías debe de esperar a ser plantado ( !ya he visto patatas brotadas en algunos huertos¡¡¡), y como dice un refrán popular «Flor de febrero no llega al frutero».

Por contra se prevé un verano de sequía, y ese sí es un factor limitante de primer orden, sin agua no hay verdor, ni crecimiento, al no ser que optemos por jardines en los que la vegetación sea solo un complemento, un añadido.

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