Lo importante del tipo de suelo

Siempre que pensamos en un jardín, pensamos en las plantas, en los arbustos, las flores, los árboles y hasta los bancos que vamos a colocar, pero ¿qué hay del suelo? Si no es tenido en cuenta, no podremos plantar todo lo demás que va a venir después.

Es muy importante saber que podemos tener distintos tipos de suelos en un jardín, ya sea el césped, las losetas, el ladrillo, el hormigón, la grava o incluso la madera. Cada uno va a darle un aspecto particular a nuestro jardín, pudiendo incluso combinarlos para crear espectros de diseño mucho más amplios, jugando con las formas y los colores.
Por ejemplo, si ponemos ladrillo, entre medio podremos dejar un espacio para que crezca el césped, aunque en general se lo utilice para crear senderos y caminos que atraviesen nuestro jardín.

El cesped, de acuerdo a lo que nos indican los profesionales, no se recomienda en espacios reducidos, puesto que el mobiliario de jardín puede llegar a arruinar el mismo debido a su peso, además de quemar el pasto con su sombra. No obstante hay que recordar que un cesped que parezca de cancha de golf será sumamente agradable a la vista para nuestros visitantes, por lo que habrá que pensarlo seriamente.

Cuando ponemos madera en un jardín debemos comprender qué es lo que estamos haciendo, porque la madera puede traer muchas complicaciones…empezando por las hormigas. Sin embargo, si se las cuida, se las mantiene fumigadas y recubiertas de barniz, es posible lograr tener una sensación de calidez (especialmente si están al sol) que no se tiene con otro tipo de suelos de jardín. Siempre que se compre madera debe ser madera tropical para poder soportar la humedad del ambiente del intemperie.

Recuerda analizar bien las dimensiones de tu jardín antes de decidirte por un tipo solo de suelo, y ten en cuenta que puedes combinarlos para crear estructuras y suelos más creativos.

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