Invierno en el jardín

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Nos acercamos al solsticio de invierno, la inclinación de la Tierra con respecto al sol ocasiona que la incidencia de los rayos solares sea menor, tanto en duración como en intensidad, lo que significa menos horas de luz y menos temperatura. La respuesta a esta circunstancia por parte de las plantas es retardar el crecimiento, detenerlo incluso, y resistir viviendo de las reservas acumuladas en raíces, tallo y hojas, hasta la llegada de la primavera. Son pocas las especies que florecen en invierno, pocas las que mantiene las hojas, y desde un punto de vista paisajístico abusar de coníferas perennes o pretender terne un jardín siempre verde es olvidarse de que la naturaleza tiene unos ciclos que cumplir. Las ramas desnudas nos dan otra visión de los bosques, de los paisajes, las hojas caídas pasan a formar parte del suelo repitiendo un ciclo vital importantísimo, las bayas de arbustos son el alimento de animales casi míticos como el urogallo, las heladas ayudan a controlar las plagas de insectos, la nieve caída es una aporte de agua muy importante para el terreno y los rios. Los frutales desnudos de hojas y en reposo guardan fuerzas para una floración primaveral que será preludio de una cosecha. El invierno es una más de las cuatro estaciones y no debemos despreciarlo, ni pensar que la estética de un jardín sufre por la desnudez. Casi lo contrario, esa desnudez a veces nos permite contemplar el verdadero sentido de un jardín.

Felices Fiestas a todos

2 comments

  1. Cada día es más interesantes el leer tus comentarios y comprobar todo lo que sabes sobre plantas y naturaleza.

    Un fuerte abrazo,

    Ana y Víctor.

  2. Sé más sobre naturaleza, al fin y al cabo es lo que sustenta todo lo que somos, y no se nos puede olvidar. UN abrazo

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