Las fuentes y los estanques se utilizan con mucha frecuencia en los espacios abiertos.
Su ubicación y forma deben pensarse detalladamente a la hora del diseño, para los más formales es preferible los modelos clásicos y para estilos modernos hay opciones vanguardistas.
Los estanques son muy llamativos y brindan una sensación de tranquilidad, armonía y sencillez, pero tienen el inconveniente que no son para espacios pequeños y para que el agua se mantenga limpia debe haber una proporción entre plantas y peces, lo que demanda más tiempo de atención.
Si habita en una zona urbana y gusta del agua que corre, las fuentes son más fáciles de incorporar, porque se pueden adaptar en paredes y espacios pequeños, estas también aportan estilos interesantes a la vista y a los oídos.
Este recurso domina el escenario e imprime un gran dinamismo al jardín.
Además tiene la posibilidad de escoger entre la sonoridad de una refrescante cascada o el correr sutil de un tímido hilo.