El pasado 21 de marzo, aprovechando la entrada de la primavera, en el hemisferio norte y el otoño en el sur, se celebró el Día forestal mundial , con participación de grupos ecologistas, ciudadanos, escolares y políticos. La fecha se escogió por la FAO en 1971 y desde entonces se organizan diferentes actividades con el fin de concienciar a la población y administraciones de la importancia que tienen los bosques y su aprovechamiento inteligente, o sostenible. No obstante son muchas las voces que reclaman más implicación de los gobiernos, más medios para la lucha contra los incendio ( un altísimo porcentaje de ellos provocados por el hombre), las plagas, el mantenimiento de las plantaciones y planes forestales reales, no meras copias de copias. La urbanización de zonas antes boscosas, el crecimiento desaforado de la construcción y planes urbanísticos basados en la mera especulación son los principales problemas a los que se enfrentan los bosques europeos, en el resto del mundo las talas indiscriminadas y el aprovechamiento de especies exóticas o de interés industrial son los enemigos de un tipo de hábitat más complejo y necesario que el que le viene a sustituir.
