En pleno mes de mayo , con la primavera en su meridiano nos pueden ocurrir varias cosas que afectan al jardín. Los días han aumentado su duración, hay más horas de luz de manera que a estas alturas estań brotados la mayoría de los caducifolios y empezamos a ver una extensa floración en praderas. Las plantas estimuladas por la temperatura y la luz han iniciado su ciclo vital, los cuidados del invierno y los abonados tempranos de primavera les dan vigor y fuerza, si bien este año en España el invierno particularmente seco hizo temer por las cosechas y por el estado vegetativo de los ejemplares de los numerosos parques y jardines.Las lluvias recientes, en algún aso excesivas, han dado humedad, y permitido que las reservas de minerales en el suelo estén a disposición de las raíces. Este es un momento crucial, en el que unas lluvias torrenciales, un golpe de calor o una plaga pueden arruinar la floración y con ella la fructificación ( la cosecha por consiguiente), de manera que hemos de estar atentos a los boletines fitosanitarios de los organismos pertinentes, a informes meteorológicos y confiar en nuestro buen criterio a la hora de planificar la plantación, un jardín por mucha semántica que usemos no deja de ser una plantación, bella, pero igual que un huerto.