La corteza es una de las partes características de los árboles, si vemos un ejemplar aislado podemos contemplar su porte, su ramaje , la forma de sus hojas y frutos, pero cuando paseamos por un bosque a la altura de nuestros ojos es más sencillo que nos fijemos en ese elemento. Bien, la comparación con nuestra piel es inmediata y realmente válida. La corteza aísla los vasos que transportan la savia, permite intercambio de gases del interior del tronco con la atmósfera exterior, permite la excrecencia de sustancias ( resinas), aísla del frío, del fuego, de los golpes de animales, sirve de hábitat para especies de insectos y artrópodos, almacena calorías al exponerse a la luz solar y es el primer sistema defensivo del árbol, llegando a transformar parte de ella en espinas.Para el ser humano la corteza tiene otras utilidades, desde las terapéuticas, el uso de sus taninos en industrias,como combustible, como materia prima ( corcho, aceites), nos sirve como medidora de polución, a determinados tipos de arces se les descorteza una parte y se analiza el contenido en metales pesados ya que los absorben con gran facilidad y dan un idea del contenido de los mismos en la atmósfera, esto mismo hace que determinadas especies se planten en avenidas con tráfico denso, para que todo el árbol absorba el plomo de los carburantes.Evidentemente he dejado para el final el aspecto estético, la textura, el olor de una corteza, el color, su transformación con el paso del tiempo son valores añadidos al porte de un árbol y al conjunto de un jardín. Las corteza plateadas de los álamos , frente a las rugosas y oscuras de robles, las cortezas moteadas de manzanos, las ásperas de de las falsas acacias, las encarnadas y suaves de los cerezos. Cuando el invierno llega y deja desnudos de hojas a los árboles podemos contemplar la enrome diversidad de cortezas, aprovechemos a disfrutarlas.
