Cómo cuidar las rosas de nuestro jardín

Sin dudas, una de las protagonistas indiscutidas de nuestro jardín es la planta que da las mejores y más románticas flores, aquella que con sus hermosos colores se convierte en la favorita de las novias más románticas, y por consiguiente, en el mejor regalo para sacar del apuro a los indecisos novios. Estamos hablando sin dudas del rosal, que con su bella flora y su hermoso aroma logra enamorar a todos los que estén en presencia de ella.

Para lograr que el rosal que tenemos en nuestro jardín se convierta en uno de los mejores ejemplares de la especie, hay que seguir algunos consejos prácticos que lo ubicarán en el podio de los más lindos, y de mejor aroma, color y porte. En esta ocasión entonces conoceremos algunos de estos tips básicos y fáciles de tener en cuenta.

Lo primordial al momento de enumerar cuidados para este tipo de plantas tendrá que ver con el momento en el que son plantadas en la tierra; lo mejor antes de plantarlas será humedecer sus raíces, y no dejar pasar mucho tiempo entre la compra del rosal y su colocación en el terreno. Si esto último no es posible, debemos procurar mojar constantemente las raíces para que las mismas no se sequen. Además, antes de plantarlas es necesario poner las raíces en una mezcla de turba, tierra de jardín y agua en partes iguales por alrededor de una hora, para lograr que la planta se arraigue mucho mejor.

Cuando estas plantas ya estén colocadas en el lugar elegido, debemos regarlas en forma abundante, pero sin encharcar, ya que esto será fundamental para que puedan crecer fuertes. Este tipo especial de cuidado sólo será necesario en sus primeros años, luego de ese tiempo los rosales se convierten en plantas no demasiado exigentes en cuanto al riego: de hecho, suelen soportan tiempos de sequía.

En el próximo post explicaremos más acerca del cuidado de estas hermosas plantas.

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