Alcorques , materiales urbanos
La función de los alcorques es la de proteger a las raíces de los árboles y arbustos cultivados bien del exceso , bien de la escasez de agua. Además se mantienen generalmente libres de hierbas y otros cultivos para evitar la competencia por agua y nutrientes. En jardinería urbana los alcorques son muy necesarios para evitar daños mecánicos, y dado que el volumen de tierra útil que pueden ocupar las raíces bajo asfalto y aceras pavimentadas es poco, en ellos se centran las oportunidades de supervivencia de los árboles. Dado que deben de dejar pasar el agua y es el lugar donde podemos aportar los nutrientes y fitosanitarios ( las pulverizaciones sobre las hojas en una ciudad son un método desaconsejable si hay más opciones) parece lógico que el alcorque proteja el suelo y al árbol y de ahí los diferentes estilos en nuestra jardinería. Los iniciales alcorques de enrejillado metálico, de bellísima factura ,algunos en desuso por el vandalismo y su caro mantenimiento , eran casi norma en los parques principales y paseos. El desarrollo demográfico y el crecimiento de las ciudades trajo el uso del hormigón en aceras y con él, alcorques del mismo material, duro, frío pero económico y de fácil y barata reposición. Luego el tiempo de las coberturas naturales, corteza de pino y similar, que aportaban materia orgánica a un suelo empobrecido y daban un aire rústico a todos los diseños. En seguida las gravas imitando a los jardines japoneses, y en estos momentos los polímeros y materiales plásticos que en paseos y bulevares son los preferidos de los ayuntamientos, por su bajo mantenimiento y por la protección que, en caso de caída, ofrecen para el viandante. Como curiosidad en mi ciudad he visto estos alcorques de grava recubiertos con una resina amarilla… que ni es seguro en caso de caída, ni aporta materia orgánica, ni sé su grado de permeabilidad y porosidad…pero ahí están, porque la jardinería en ocasiones deja de ser una rama de la agricultura para caer en manos de software y programas de diseño, para que la ciudad sea más ciudad, menos tierra, menos aire, menos disfrute.